Del descontrol
Últimamente mi vida es un descontrol. En todos los sentidos. El primer descontrol supone el que toda conocida, amiga o allegada tenga conocimiento de lo que me ocurre a diario. Publicar una blog es como tener una úlcera sangrante en lo más hondo de la intimidad.
A mayores, olvido mis citas, las cotidianas y las laborales. El agujero en el que vivo empieza a saturarme y lo limpio compulsivamente, que es la actividad en la que más me concentro y ya sé que es triste decirlo. Otros, fuman porros.
Más terrible aún: llevo una infinidad de posts sin cagarme en todos los santos; tengo la tercera temporada de la L-word desde hace un mes (gracias a ti, Oh Sili[k]) y sólo me he visto los dos primeros capítulos, -con lo buena que está la Carmen, por Dios-, y hace más de cuatro semanas que no me termino un libro.
Lo último que me faltaría sería levantarme una mañana siendo una heteroguarra.
Nos estamos volviendo unas blandengues, hay que hacer algo ya!
A este paso, a este blog le quedan dos telediarios. Lo malo de sublimar es que de tanto estrujar ya casi no me queda zumo de cabrona en el cuerpo.
Hola como estás?, buen blog, interesante!, nos leemos, saludos,
JD
n76pf@hotmail.com
Por curiosidad... ¿si yo te recuerdo la relación psicológica entre la limpieza compulsiva y la falta de sexo, me cae un hostión?
Lo digo para buscar antes la chichonera.
Una será cabrona pero sabe de psicoanálisis y, a mayores, también acepta las verdades con buen talante (eso sí, las cejas, bien depiladitas)
Diosss manta raya, revísate el neuramen porque la jenny es el personaje más lerdo e incoherente de la serie y no creo que te pegue mucho ;)
Si te ves la serie un día, comprobarás que el personaje lerdo deja de ser bisexual...y se pasa a mi acera del todo XD.