La física cuántica de las rebajas
Solo me acuerdo de Einstein en época de rebajas (es decir, la única época del año en que se me ocurre la feliz idea de poner un pie en una tienda de ropa). Y me acuerdo de Einstein porque la talla 38 es de lo más relativa: es tan relativa como la masa (la mía y la de la tela) el espacio (el que dista entre mi cadera y la tela del pantalón) y el tiempo (a veces falta, como a mi, y otras sobra, como a vosotros panda de cabronazos, sino no estaríais ahí leyéndome).
Todos los años la misma mierda: me pruebo una media de 15 modelos por tienda para acabar cagándome en el fordismo textil y en la puta estandarización de las tallas (¿la propuso un subnormal profundo o un norteamericano?).
Así que para resarcirme, acabo en la sección lencería: tanta fémina correteando entre tangas y sujetadores sexys me hacen la compra extremadamente llevadera.
Lo que más me pone, sin duda, es exhibir el lote de lencería que voy a pagar
–normalmente club-de-alto-standing-style delante de las niñatas que se llevan pijamas de hello kitty y braguitas de margaritas. Las observo con sarcasmo mal contenido: así nunca aprenderán a ser unas buenas cabronas.
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on 09 janvier 2006 at 20:15.
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6 comments:
XDDDD
A mi lo de las féminas correteando entre tangas y sujetadores sexys, más que hacerme la compra más llevadera, me la hacen virtualmente imposible, y es que mi poder de abstraerme del entorno cada día es menor.
Jajajaja, las rebajas y las mujeres, bien serviría de título para una tesis doctoral estilo gafapasta-estudiante-de-filología-aramea.
No es que las cosas anden mucho mejor, pero va pasando el tiempo y tengo la suerte de que mi memoría sea frágil. Si a ello añadimos unas neuronas atareadas en la memorización de plazos y procedimientos, se topa usted con un ente que realiza todas las actividades vitales, pero sin estar viva realmente, lo que implica no sentir y no padecer.
A todo esto... me he pillado un abrigo en las rebajas de Amancio tan tan rojo que parezco una de las que dirigen a los aviones en Barajas. Tirado de precio, oiga!
en serio...?
preguntas felinas como estas me hacen realmente pensar...