Pruebas irrefutables
Les prometí a las ganadoras que colgaría la prueba irrefutable de la entrega de premios y aquí está. Que no sirva de precedente que esto se está convirtiendo en la Gran Hermana Cabrona y no es la idea.
La copita vacía es de la amiga drosóphila, unas horas antes de que acabase panza arriba en el Obradoiro.
Mostraría cómo quedó mi casa después del evento, o mis ojeras, o incluso colgaría un podcast con mi voz de gato apaleado cantando folklore gallego, pero repito que no es el propósito de esta poubelle.

3 comments:
Ay, cuánto vicio junto. Si es que no se os puede dejar sólas.
Y eso que no he sacado la foto de los mejillones que nos comimos antes del licor ;P
asi qué, quien fuma Galoise? jeje, eso es sofisticacion!