Pruebas irrefutables
Les prometí a las ganadoras que colgaría la prueba irrefutable de la entrega de premios y aquí está. Que no sirva de precedente que esto se está convirtiendo en la Gran Hermana Cabrona y no es la idea.
La copita vacía es de la amiga drosóphila, unas horas antes de que acabase panza arriba en el Obradoiro.
Mostraría cómo quedó mi casa después del evento, o mis ojeras, o incluso colgaría un podcast con mi voz de gato apaleado cantando folklore gallego, pero repito que no es el propósito de esta poubelle.
Ay, cuánto vicio junto. Si es que no se os puede dejar sólas.
Y eso que no he sacado la foto de los mejillones que nos comimos antes del licor ;P
asi qué, quien fuma Galoise? jeje, eso es sofisticacion!