Americ-ano

Ayer en el País, la última columna la firmaba la Lindo y contaba una absurda historia, de esas que sientan jurisprudencia en el país de los subnormales profundos (léase EE.UU).
Recuerden simplemente el nefasto día en que a una estúpida mamarracha se le ocurrió denunciar al MacKK por haberse quemado la lengua con el café ardiendo (subnormales, he dicho) y desde entonces los cafés de la cadena ponen en grande (eso sí, DEBAJO del envase) una advertencia sobre la temperatura, las lenguas y su relación de causa-efecto.
Pues parece ser que a un retrasado que la Lindo llama eufemísticamente “zoquete” se le ocurrió denunciar a una empresa que le vendió una caravana con navegador porque al escribir “Indianápolis” en el mismo e irse a fumar un pitillo (dejando la caravana sola, convencido de que el navegador no era sino una suerte de piloto automático) se empotró. Gilipoyas!
A los subnormales profundos (ya saben) les queda denunciar al hijoputa de su presidente porque nadie les había avisado de que él era el más retrasado del país. A partir de ahora etiquetarán los culos de los elegibles advirtiendo, en negrita, de las relaciones causa-efecto de echar un papelito en una urnita.
P.D: Sharon no se muere pero cómo sufre el cabrón!
1 comment:
Pues qué quieres que te diga, a mí me encantaría ser norteamericana, tragarme todos los bolis bic que llevo en el estuche, denunciar a la compañía y que me pagasen una indemnización...