Diario de una Cabrona

He pasado cinco años de mi vida estudiando la utópica carrera de escuchar al prójimo. Algunas me decían que tenía un don para eso, sin darse cuenta de que simplemente yo, me miraba un poco menos el puto ombligo.
Han pasado otros cinco y puedo asegurar que:
Me he vuelto egomaníaca
Ya no sé escuchar, he aprendido, no sin asco, a desconectar cuando me hablan, como todos los demás. Creo que ha sido por supervivencia: una no puede con la mierda de todos.
Cuando menciono que he estudiado la utópica carrera de escuchar al prójimo, con objeto de evitar que alguien intente arrojarme sus traumas infantiles, corto de plano con un pero no me vengas con tu mierda.
Nadie escucha a nadie, joder, y ése sí es un problema. Se nos aburguesan los oídos (para cuando un Manifiesto marxista de la Oreja??)
Deberían suprimir del diccionario las palabras escuchar, comprensión y empatía, porque ya no designan nada...

Si aún así, a alguien se le ocurre la feliz idea de arrojarme algo de su mierda, que lo haga por escrito, vía mail, fax, burofax, sms, msn, post, télex u otros sistemas de transmisión de grafemas.
He olvidado escuchar, pero aún sé leer...Además, los residuos gráficos se gestionan mejor y si los ignoras, nadie se entera...

This entry was posted on 29 mars 2006 at 19:41. You can skip to the end and leave a response.