Yoyó

Me gustan los yoyós. Primero porque satisfacen mi onanista narcisismo. Me pronuncio en primera persona mientras juego: yo para arriba, yo para abajo... Y segundo porque reflejan bastante mi ciclotimia de estos últimos tiempos: yo para arriba, yo para abajo, ahora sí y esto si, ahora no, y esto no.
Pero todo yoyó tiene su cordel, y una mano que lo arroja al vacío para luego alzarlo, recogiéndolo sobre sí mismo. Es curioso cómo ese artefacto se cansa a veces de subir, y en cada tirada sube menos y menos, hasta que se queda hipnotizando al suelo con su vaivén, colgado del extremo del hilo.
Gente experta es capaz, sin embargo, de hacerlo subir de nuevo sobre sí mismo hasta el comienzo del hilo, recogerlo y lanzarlo de nuevo al vacío...vuelta a empezar.
Yoyó busca experta..
4 comments:
Estoy con petitmonstre. La gravedad es lo que hace descender al yoyó y que le cueste subir y ésta está formada por trabajo, decepciones y gañanes que se rascan la panza y viven como reyes... creo que en la actualidad la gravedad nos hace pesar demasiado...
Por cierto, se me fue la pinza este fin de semana con lo de tu DVD. Te doy un toque por la semana.
lo que tienes que buscar son unas tijeras para escaparte de la cuerda! :P
Char, jamía, cuánta razón tienes!!
Deciros que ya vino la experta a recomponerme jejeje.