<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d20217641\x26blogName\x3dDiario+de+una+Cabrona\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://diariodeunacabrona.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3dfr_CH\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://diariodeunacabrona.blogspot.com/\x26vt\x3d4470796208863506427', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Diario de una Cabrona

Cruel, vil y malérrima

Poner el culo



Ella llegó cuando cambió el gobierno. Vestía vaqueros, llevaba el pelo corto. Miraba de frente, sonreía y nos llamaba de tu. Gritaba bien alto que acabaría con el caciquismo, el amiguismo y otros ismos que le repugnaban...como a mi.
Traía los bolsillos llenos de esperanzas que sabían a menta fresca.
Hoy, precisamente hoy y no otro día, Ella, se bajó los pantalones como todos los anteriores, como todos los demás antes... y su culo era como el de ellos.

Yo, escribí su nombre en mi libreta de hijoputas; van cinco mil novecientas cincuenta y siete.
« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »

At 1/25/2006 10:11:00 PM, Blogger Lady Akhbar said...

Joder, nena, estás rodeada de cabron@s sin escrúpulos.
Espero que la cosa mejore y sigas contándonos tus historias sobre el curro en el que estás

 
At 1/26/2006 10:08:00 PM, Blogger Sili[k] said...

El político que es capaz de seguir sentándose, no es porque haya sido sodomizado en menos ocasiones, sino porque tiene buena amistad con el farmacéutico, que le prepara una vaselina fantástica con un componente secreto para aliviar el escozor.

De todas formas, al torito se le va notando ya la cara de hemorroide.

 
» Enregistrer un commentaire