Diario de una Cabrona

Tengo la mala costumbre de hablar mientras trabajo (por chat, mensajería instantánea, teléfono...) no callo. Pero también colecciono otras costumbres, muy malas y muy ruines, como el citar a autores que apenas he leído, opinar sobre películas que no he visto acabar, volverme loca por mujeres que apenas conozco, obsesionarme con sueños que no he tenido, pedir la sal prestada, dormir desnuda, echar los folletos publicitarios de mi buzón en el contiguo, protestar cuando me dicen cómo he de hacer mi trabajo y cagarme en parte del santoral cuando me hinchan las trompas.
Con los años, los gestos se convierten en rituales y las personas en animales de costumbre.

Ya sé que no tengo remedio. Siempre que la carga de trabajo disminuye o el nivel de estrés aumenta, vuelvo. Entre gráficas y números me lío a hablar en la sala rosa (léase chat bollo del yahoo).
Ayer, otro encuentro surrealista: marina75 me abre un privado. De las 40 tías que hay en la sala, me va a entrar la única gallega. Lo noto por su forma de responder indirectamente, de esquivar las preguntas... (es una mareadora de la perdiz, como yo, y qué duro es luchar contra una misma!).

marina75: qué tal? De dónde eres? Aquí hace calorcito...
lak_brona pues aquí hace frío
marina75: dónde estás?
lak_brona me he quedado encerrada en la nevera, menos mal que tengo wi-fi...
marina75: quieres que te abra la puerta?
lak_brona no, pero si puedes, enciéndeme una luz que me estoy quedando cegata...
marina75: seguro que eres miope porque lees mucho. Eres periodista?
lak_brona no no, y tú no serás una escritora amateur? (risa malérrima...escritora ésta....)
marina75: oposito a payasa infantil
lak_brona oño! Funcionaria de la Xunta??
marina75: de momento no tengo ni oficio ni veneficio (con V en el original, arrrgggg!!! Que la mato!!!)

lak_brona BENEFICIO!
marina75: gracias profe
lak_brona Bueno, acaba de tocar el timbre y me tengo que ir.

marina75: no te me escapes
lak_brona mujer, ya nos veremos
marina75: tú y yo sabemos que no volveremos por aquí (diosa, qué gran frase para un capítulo de “Ámame para toda la vida” –Corín Tellado-).
lak_brona hasta la vista!
marina75: adiós duendecilla (duendecilla yo????)

lak_brona sonríe malérrimamente....

....continuará.

Es la nueva. Es la tercera nueva que nos endosan este año. Y es rara.
Por la cara dirías que es una treintañera gorda. El DNI dice 25 años, 55 kilos.
Me da por culo. Quién la tiene que formar de gratis, como a las anteriores? La menda.
Le he dado un par de libros para que se vaya situando (por lo menos no le dan urticaria, como a las otras). Ha sido lo único que me he dignado a hacer.
No abre por las mañanas porque la verja le da miedo, pide permiso para salir a fumar, pregunta dos veces al día dónde se apagan las luces (lleva quince días siendo pusilánime, no sé si lo aguantaré. Yo la ignoro. Que espabile hostias, que esto no es la feria de abril.

Me he vuelto loca. Si ya lo había augurado yo que con las 13 lunas de este año, iba a haber movimiento.
En cuestión de unos meses he pasado de estar con la pareja de toda la vida a ser una feliz soltera; he pasado de estar anclada en mi terruño a volar una vez al mes; de ser una hormiguita, a pagarme los trapos con visa (hostias, me ha dado por el consumismo, otras les da por calcetar); de hacer apología del zapato-bus a comprarme un coche; de ser la señorita-siempre-correcta a ser una aspirante a cabrona; de no contar nunca nada sobre mi, a publicar mi vida en la red... como siga así, una mañana me despierto convertida en heteroguarra. Escribiré: "De bollo a heteroguarra: historia de una conversión".. y moriré apaleada por hordas de lesbianas anónimas y enfurecidas...(con lo mal que llevan éstas lo de la conversión... o peor aún, me vuelvo a liar con una bisex.).

Buscar piso es una aventura contra el márketing....Ayer tuve mi primera visita.

Al abrir la puerta de entrada tropiezas con la nevera (que es de cuando Primo de Rivera hizo la primera comunión así que no tiene congelador), en la cocina la lavadora es tamaño Bratz, el microondas baila peligrosamente sobre un taburete porque no hay otro sitio dónde meterlo, y eso sí, puedes salir a la terracita a colgar tu ropa, pero has de ir de canto.

El salón es interior. Realmente es un sofá desteñido en un pasillo mal aprovechado con una mini tele micromachine style (que vale que no soy una bigwoman, pero esto ya es provocación).

Tres habitaciones exteriores y amuebladas. Son habitaciones recuperadas de un hospicio de la preguerra, las “mesas de estudio” son mesas camillas con un tablón encima y eso sí, los armarios son empotrados (también tienes que empotrar la ropa si quieres que te quepa).
La última habitación es la pequeña. No hostias no, es un zulo tuneado.
Los radiadores son cada uno de su padre y de su madre. Gracias a Dios, el baño tiene enchufes y una ventanita respiradero, aunque sigue la línea general del arquitecto y tienes que entrar, cagar y lavarte de canto.
Y sin embargo; todo parecido con la realidad se ha quedado corto.

La solución habitacional en la que resido habitualmente me ha parecido un palacete al lado de “eso”. Incluso me planteo quedarme y sufrir a los hijoputas de los yonkies de al lado un año más...

Les prometí a las ganadoras que colgaría la prueba irrefutable de la entrega de premios y aquí está. Que no sirva de precedente que esto se está convirtiendo en la Gran Hermana Cabrona y no es la idea.
La copita vacía es de la amiga drosóphila, unas horas antes de que acabase panza arriba en el Obradoiro.
Mostraría cómo quedó mi casa después del evento, o mis ojeras, o incluso colgaría un podcast con mi voz de gato apaleado cantando folklore gallego, pero repito que no es el propósito de esta poubelle.

Apenas he dormido. Ayer tuve la feliz idea de entregar el premio Gran Cabronaza, a las ganadoras: kenoxo (la malérrima desaparecida de la blogosfera), zeta (la misántropa desaforada que sabe imitar al suricato -o era el lemur?-) y a drosóphila (un cruce encantador entre melanogaster y cojonerae que nos demostró que la defnición de cabrona era "ella misma en sí misma" sic.)
Después de una exaltación de los productos de las Rías Baixas (no podía faltar el mejillón, mira) dimos cuenta de la primera botella de licor café. La segunda la dejaremos para otro día, que no tenga que estar yo a las ocho en la oficina.
No contaré cómo ni porqué mis pendientes favoritos acabaron colándose por el desagüe del bidé, cómo ni porqué apareció ropa ajena en mi habitación, en mi salón...ni cómo ni porqué, mi pobre compañera de piso tampoco pudo dormir.

Dicen que soy fría, zorra, perra... Me lo llaman mucho últimamente. También me han calificado de distante, dama de piedra, de hielo y de otras substancias impenetrables (tal vez lo digan en figurado...)
No voy a vanagloriarme de ello, pero tampoco voy a pedir perdón.
Acabar con mis ardores de estómago ha tenido que pasar irremediablemente por el consabido “metieneshastaslosgüevos”.


Querido diario, hoy me siguen dando por el ano los inútiles de mis jefes, pero soy una cabronaza feliz.

Si, me irrito con facilidad. Sobre todo con los hijos de puta de mi empresa que aprovechan la más mínima ocasión (por ejemplo la enfermedad, la agonía o los traumas ajenos) para dar por saco. Me cago en las cenizas de sus abuelos y me cago en sus gametos! Rezo a la Virgen de los Capullos para que los desampare y los abandone en el lodo más asqueroso y putrefacto del infierno.
Avaros sí, hijoputas también, pero ya rastreros comemierdas no me lo esperaba.
Me pasa por subnormal.

Odio las galletas de fibra. No entiendo cómo una empresa puede enriquecerse a base de acelerar de forma superlativa, el tránsito intestinal de las personas. Estar cagando todo el día no es mi idea de salud, precisamente.
Pero hay ocasiones que se lo merecen. Que el país más desarrollado del planeta haga una fiesta nacional por el asesinato de un moro (que ellos mismos han entrenado en Afganistán) me impulsa a comer varias cajas de Flora Fibra (diosa, aunque sepan a mueble viejo) y ciscarme días seguidos en sus nombres, en sus jetas y en el padre que los engendró.

Hasta hace poco siempre me había esforzado en ser una señorita encantadora y amable, de las que siempre dicen que si, o al menos “talvezmañana”.
Hace algún tiempo me convertí en una cabrona y veo que me va bastante mejor, aunque sean las demás las que aún no lo han entendido. Para muestra un sábado cualquiera en la vida de lak_brona:


Momento 1: NO quiero hablar ahora.
Una sencilla frase como esta es susceptible de ser transformada, estirada y remodelada, como si de plastelina se tratase para acabar significando, para el receptor, cualquier otra cosa.

Momento 2: NO quiero enrollarme contigo
Esta otra frase convierte a la interlocutora en sordolerda y es interpretada como alguna derivación semántica del “si”. Sólo si lo acompañas de un hostia tía, se da por enterada, eso sí, después de llamarte cabrona-borde-asquerosa y otras lindezas con las que cree insultarte. Ay cuánto orgullo fluye por mis venas!!! Y eso que no le expliqué que no me podía enrollar con una que no se preocupa por el significado de una de mis esdrújulas preferidas, hombrepordios.

Momento 3: NO es de tu incumbencia
A pronunciar sí o sí cuando una completa desconocida te pregunta que qué te pasa con la chica X. Averalmadecántaro a ti qué coño te importa, me pregunto yo.

Algún día pasaré de la negativa sencilla NO a algo más directo como ALAMIERDA. De momento creo ser una cabrona bastante educada y cívica, aunque las demás aún no lo hayan entendido.